martes, 11 de diciembre de 2012

El llorar no me hace daño siempre y cuando tu no llores.

Hay días de melancolía, de tristeza o de simplemente de no tener ganas de nada. Luego está ella, que corrige eses putos días y hacen que sean los mejores, está ella que aun no sé como pero siempre tiene algo para hacerme sonreir a carcajadas. Está ella, que aguanta mi mal humor, mis ganas de tener siempre la última palabra y me calla diciéndome un te quiero. Luego estoy yo, la que tiene mucho que agradecerle, no solo por eso, si no por un trillón de cosas más. Es imposible numerar cada uno de los momentos que vivimos juntas. Créeme imposible.Yo bien los recuerdo, recuerdo cuando me secó las lágrimas y me dijo "nada puede contigo" Es lo mejor que me ha pasado, y no quiero que me lo arrebaten. Sister.