miércoles, 24 de octubre de 2012

Cero preocupaciones.



Tarde de lluvia. De nostalgia por la niñez. Por los momentos en los que mi madre me preparaba el bocadillo con la limonada y me arropaba con las mantas del frío invierno. Nostalgia de eses "buenas noches cariño, que duermas bien." No sabes cuánto añoro contarle las batallitas del recreo a mi madre. Como añoro la inocencia de la Navidad y el tenerle miedo a los Reyes Magos, como echo de menos la ilusión que tenía por los regalos o el simple aroma de la calidez familiar. El problema es que no sabemos disfrutar de cuando somos niños por que estamos demasiado preocupados por crecer y poder salir de fiesta, sin darnos cuenta de que esa etapa de nuestra vida no volverá y cuando quieres recuperarla, ya es demasiado tarde. Disfruta de cada momento, por que hay cosas que no volverás a vivir.