Te quise tanto, que por encontrar, encontré hasta las cosquillas que decías no tener.
Necesito ayuda, pensé que nunca la pediría pero es así , amigos. Tengo
un problema: Él. Necesito que me ayudéis a quitármelo de la cabeza. A
dejar de pensar en la estúpida margarita y sus pétalos que algunas veces
me dicen que me quiere y que otras me dicen que no. Necesito que no sea
él lo primero en lo que piense al despertar ni en lo último que sueño.
Necesito que desaparezcan esos ojos marrones y que me dejen respirar
tranquila. Necesito que se vaya, que se vaya muy lejos para poder
echarle de menos por alguna razón. Necesito que se acaben los recuerdos,
que no aparezcan en mi mente los pocos momentos que viví a su lado, su
primer beso, su primera caricia, la primera vez que me dió la mano y la
primera vez que me hizo creer que yo era la única. Necesito dejar de
pensar que nuestra historia es especial porque perfectamente sé, aunque
no quiere reconocerlo, que soy un único capítulo en su historia y que
para mí él es el final. Necesito que esta adicción frene, que pueda
hablar con él sin que la mitad de mi cerebro se paralice y que deje de
latir mi corazón como si fueran los últimos segundos de mi vida.
Necesito dejar de mirar la pantallita del estúpido móvil que cada vez me
desespera más. Necesito dejar de sentirme especial para él y darme
cuenta, de una vez por todas, que no soy nada. Necesito olvidarme del
sonido de su risa y de las bonitas palabras que me dijo contemplando el atardecer. Necesito refugiarme en otra cosa que no sean sus brazos.
Necesito dejar de llorar y de sentirme insegura por una relación que ni
siquiera ha comenzado. Necesito necesitarle pero sin arrepentirme de
hacerlo. Necesito saber si le quiero, si le odio por quererle o si se ha
convertido en algo más importante de lo que yo creía. Necesito, nosé lo
que necesito...